Ni frío ni calor

  • Print

                                        

En 2008 vivimos en España la revolución de los ministros sin corbata.  Algunos ministros decidieron quitarse esta prenda para aguantar el calor en las cámaras y no tener que bajar la temperatura con el aire acondicionado.  Otros ministros encontraron en este gesto una afrenta. 
El erradicar el uso de corbata en las oficinas permitiría elevar la temperatura del aire y así ahorrar energía.  Lo cierto es que el hombre occidental no se viste precisamente cómodo para ir a la oficina:  traje, cinturón o tirantes, chaleco, corbata... 
Si lo comparamos con el oriental que lleva una camisa suelta y un pantalón flojo del mismo tejido que la camisa, parece que el occidental va metido en un corsé.                

Hombres y mujeres se visten muy diferente para ir a trabajar.  Las mujeres llevan ventaja en verano al poder ir en tirantes y sandalias.  Si a esto sumamos que cada uno de nosotros tenemos un termostato interno que no se puede regular como el de la pared, no se hace raro ver a un grupo de compañeros de oficina discutiendo por si se abre o no una ventana, o mirando fijamente al termostato del aire acondicionado discutiendo en qué rayita debe estar la rueda.  Por mucho que queramos ponernos de acuerdo en la temperatura que debe haber en la oficina cada uno de nosotros tenemos un termostato interno que no se puede regular como el de la pared.  En este sentido, la neumóloga Pilar de Lucas, ex presidenta de la Sociedad Madrileña de Neumología, indica que el centro termorregulador del organismo, situado en el hipotálamo, es individual, de forma que algunas personas “pueden tolerar peor el calor que otras”.   

Conclusión:  en una misma oficina unos sentimos frío y otros sentimos calor.  Dos personas no llegan a un acuerdo en cuanto a la temperatura, no digamos ya si hay cinco o más.  La falta de sentido común, el menos común de los sentidos (cada día estoy más convencida), reina en los compañeros de habitáculo.  Los que son frioleros van con camiseta fina de manga corta y los calurosos llevan jersey de lana de cuello alto. 

El personal de mantenimiento tampoco ayuda en estas crisis.  Cuando los llamas la contestación siempre es la misma:  “Todo es normal”.  Da igual que le des vueltas a la rueda y el aire sigue saliendo frío, todo es normal.  El aire hace un ruido insoportable, todo es normal.  Hay 20º en la calle y el aire sale como fuego por las rejillas, todo es normal... Con esta perspectiva las discusiones están a la orden del día.

Vamos a poner un poco de sentido común en la temperatura de nuestra oficina:

1. Pasar frío no es bueno.  Si el aire acondicionado está muy alto es mejor tener una prenda abrigada a mano.

2. El bienestar térmico se basa en un equilibrio entre la actividad física y la ropa que se utiliza.  Si vamos a estar sentados, sin apenas movernos, hay que abrigarse más que si vamos a estar de un lado para otro.  Para aplicar esta regla hay que tener en cuenta la tolerancia al calor de cada uno. 

3. Otros factores que influyen en el bienestar térmico son:  la humedad relativa, la velocidad del aire y la temperatura radiante.  De estos tres factores existen estándares aplicables a espacios cerrados y que garantizan el confort al 90% de la población (ver tabla).

4. Mantener una temperatura que oscile entre:  21 a 23 º C (69º-73º F).  En verano cuando en el exterior la temperatura es más alta, se recomienda mantener la temperatura de la oficina ligeramente más caliente con el fin de minimizar los cambios de temperatura entre el interior y el exterior.

5. Cuando la humedad relativa es alrededor del 50% los oficinistas tienen menos problemas respiratorios (especialmente en invierno).  Una humedad superior puede contribuir al desarrollo de bacterias u hongos.

6. Cuando la humedad relativa es inferior al 50% se  produce sequedad de las mucosas.  El ambiente demasiado seco provoca carga electrostática en los equipos y en las personas.

7. Evitar corrientes de aire, tanto natural como provocado por el aire acondicionado.  Se recomienda una velocidad del aire por debajo de 0.25 m/s (aprox. 50 feet/min).

8. Las personas que respiran por la boca sufren más, ya que las vías respiratorias se resecan y el aire entra frío.  El respirar por la nariz nos garantiza la humidificación del aire que entra.

9. Por último hay que tener en cuenta que no sólo es importante la temperatura, el ruido o la calidad del aire también cuentan.

Y ante la duda lo que siempre se debe hacer es intentar contentar a la mayoría.
    

Rangos de Temperatura / Humedad para obtener bienestar

CONDICIONES

HUMEDAD RELATIVA

TEMPERATURA

°C

°F

VERANO (ropa ligera)

30%,
60%,

24.5 - 28
23 - 25.5

76 - 82
74 - 78

INVIERNO (ropa de abrigo)

30%,
60%,

20.5 - 25.5
20 - 24

69 - 78
68 - 75

La American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers (ASHRAE)