Factores de estrés laboral: la comunicación

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El reconocer que los trabajadores son susceptibles de sufrir estrés es el primer paso para su prevención.  Cuando gerentes y supervisores encargados de dirigir una empresa se encierran en sus despachos a esperar resultados, adoptando medidas de trabajo tomadas sin el consenso con los empleados, no se está pensando en la salud de los trabajadores.  Los trabajadores somos seres sensibles a estresarnos, especialmente si a la hora de la asignación de tareas se nos considera máquinas de producir
Veamos un caso real. Una gran empresa con 3.000 empleados tiene un departamento de recursos humanos en el que trabajan siete personas.  Cuando se produce alguna baja entre los empleados la dirección debe notificar a la persona encargada de encontrar un sustituto que da el visto bueno a la contratación de un sustituto.  El horario de oficinas es de 8 a 15 y generalmente la dirección espera hasta las 14:45 para dar la orden de que se debe de contratar un sustituto.  Esta situación se da especialmente los viernes o previo a un festivo.  Analicemos la situación:  ¿Está la dirección tomando en cuenta a los trabajadores del departamento de recursos humanos a la hora de organizar el trabajo?, ¿Quizás la dirección piense que el asunto no tiene importancia?, ¿Cuál es el problema si hay alguno?, ¿Cuál sería la solución?.  Es cierto que el asunto en cuestión puede parecer banal, pero en un entorno de trabajo casi cualquier aspecto puede parecerlo según la perspectiva que se tome.  Para la persona que está encargada de hacer la gestión de la sustitución el tener que esperar hasta el último momento de su jornada para que le encarguen una tarea que le va a suponer tener que ampliar su horario de trabajo es un factor de estrés. 
Son estos pequeños aspectos de la organización del trabajo en los que se debe pensar a la hora de prevenir el estrés laboral de los empleados.  Contar con la opinión de los implicados para conocer cuál sería la mejor solución para una mejora del modo en el que se pueden desarrollar las tareas.  Debe darse a los empleados la oportunidad de manifestar aspectos que les preocupen.  Debe haber voluntad por parte de gerentes, supervisores y los propios trabajadores de adaptar en lo posible el trabajo a la persona que lo desarrolla.  Si la situación analizada se produce una vez, no tiene importancia, pero si se trata de una situación que se reitera día tras día puede ir produciendo un desgaste en la persona que la sufre.  La empresa debe tener una organización participativa para que los trabajadores tengan la oportunidad de aportar sugerencias a la gestión.  Las sugerencias deben analizarse y debe buscarse un punto de encuentro entre los intereses de la dirección y el bienestar de los empleados.