SÉ RESISTENTE

                               

Otro rasgo de personalidad deseable a la hora de defendernos en la selva del centro laboral es la resistencia. Se observó en niños que vivían en ambientes de privación, extremo riesgo y peligro que desarrollaban buenos mecanismos de defensa y adaptación. Se pensó en una capacidad de supervivencia exclusiva de los niños pero se comprobó que se trata de un fenómeno adaptativo bastante común a todas las edades y en todos los contextos. Definimos resistencia como una fortaleza ante la adversidad. Por lo general una persona resistente en su vida privada también lo es en el trabajo.  La base de ser resistente consiste en ser duro, pero también hay que saber ser adaptable cuando las situaciones son cambiantes.  Se trata de luchar contra la adversidad y mantener el tipo en situaciones de conflicto.  En ocasiones se puede perder una batalla pero no por ello se debe abandonar la lucha.  No se debe de pensar nunca en términos de fracaso, si uno se cae debe levantarse y así una y otra vez.
Ante situaciones adversas el resistente tiene recursos personales para hacerles frente, no espera que el entorno le favorezca, confía en sí mismo y en sus posibilidades, aunque como dije eso no quiere decir que la lucha sea un camino de rosas.  Sobre todo es importante tener una visión de futuro, premiarse a uno mismo con la imagen de cómo podrían llegar a ser las cosas si las cosas salen bien.  A partir de ahí el resto consiste en soportar los envites procedentes del entorno. Para ello el resistente se sirve de sus competencias sociales, habilidades para resolver problemas y de su autonomía
A ser resistente se puede enseñar como casi todo en esta vida y debería ser prioritario en los programas de formación de trabajadores ya que es una cualidad muy apreciada en el mundo laboral.

Additional information