SIN JÓVENES, SIN TRABAJO Y SOBREEXPLOTADOS

                                            

Las Naciones Unidas publican cifras alentadoras a nivel mundial en población juvenil, por primera vez se alcanzan los 1.800 millones de jóvenes entre 10 y 24 años.  La mala noticia es que España es el único país envejeciendo.  Si a esto unimos otras pésimas cifras de la Encuesta de Población Activa realizada en España: 
- El 23,6% de la población en paro (5.427.000 personas sin trabajo)
- En el tercer trimestre de este año 1,32 millones de empleados del sector privado hicieron diez millones de horas ilegales cada semana.
- La Seguridad Social pierde 2.400 millones de recaudación con las horas extras no retribuidas.


Las horas trabajadas ilegalmente equivalen a 273.315 puestos de trabajo.


Se deben tomar medidas para cambiar esta tendencia.  En la ley de presupuestos para 2015 se contempla aumentar el permiso por paternidad a 4 semanas en 2016.  Asusta la ingenuidad del que supone que por aumentar el permiso por paternidad va a aumentar la natalidad.  En un país con tasa de paro 23,6%  una medida así da la risa.  Para disfrutar un permiso resulta una condición indispensable tener un trabajo.  Los políticos en este país siguen instalados en una nube de la que no les baja ni los datos cada vez más desalentadotes publicados.


El numero de jóvenes máximo a nivel mundial y mínimo en España.


Todas las horas que muchos trabajadores realizan por encima de las 42 horas semanales no crean riqueza, empobrecen al país más y más.  Que las circunstancias no son favorables a los empresarios lo sabemos hace mucho.  Esto no puede ser una excusa para permitir la sobreexplotación de los trabajadores.  Conozco hosteleros de éxito que abren establecimientos por la geografía española y a sus empleados los tienen trabajando en la cocina 16 horas al día y cotizando 4 horas por ellos. Conozco otros que ni siquiera los tiene dados de alta en la Seguridad Social.  Los inspectores de trabajo avisan con antelación cuando van a visitar el establecimiento, no vaya a ser que se encuentren con alguna ilegalidad.  Se podía pensar que ya que el hostelero en cuestión conoce la fecha exacta en la que acudirá el inspector les dará descanso  ese día, pero no, siguen trabajando y cuando llega el inspector los esconde en la cámara frigorífica.  Suena a broma pero por desgracia no lo es.  La cosa no termina ahí, en la cocina los accidentes son comunes y como no están dados de alta con echarlos a la calle se evitan problemas.  Que hay algún empresario canalla es un hecho y el que se tiene que ocupar de ellos no es Dios en el juicio final, sino la Inspección de Trabajo en este mundo. Se deben realizar inspecciones por sorpresa.  Se tienen que cruzar los datos de Hacienda, Trabajo y Seguridad Social y cuando haya indicio de fraude se debe acudir con celeridad a comprobar si se cumple o no la legalidad.  El número de horas que se trabaja debe especificarse en el contrato de trabajo y debe comprobarse que se ajuste a la realidad.  No se puede confiar en la bondad humana cuando se trata de proteger al trabajador.  Tras años confiando en la honradez de los políticos algunos de estos nos han vaciado las arcas, deberíamos aprender de nuestros errores. 


Somos el país con menor población joven del mundo.


 

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