UN TREPA EN LA OFICINA

                

Todos nos hemos encontrado en alguna ocasión con compañeros que desean ascender en el trabajo sin reparar en los medios para lograrlo.  Se les suele identificar rápido sobre todo por su tendencia a hacer la pelota al jefe.  Pero no solo este factor los delata, hay muchos otros. Son poco eficientes, ya que todas sus fuerzas se les va en buscar su oportunidad, se agencian los trabajos más lucidos y nunca dicen que no a un jefe, aunque perjudiquen con ello a sus compañeros.  Hay que recordar que para ser trepa no hay que tener escrúpulos.  Si pensamos que esa falta de escrúpulos procede de un complejo de inferioridad, esta característica los hace francamente peligrosos

El trepa desconfía de los capaces porque sospecha que pueden llevar al traste sus planes y por eso dedica gran parte de su tiempo a deshacerse de cualquiera que tenga lo que a él o ella le falta, es decir, inteligencia, prudencia, conocimientos, destreza en una tarea, etc...  Hay que recordar que ellos cuentan con una sola virtud:  el deseo de ascender.  Querer progresar en la vida es lícito, lo que no lo es tanto son los medios que algunos utilizan para ello.  Esa necesidad imperiosa de robarle el mérito al otro es lo que nos puede afectar al resto de compañeros, el hecho de que nos utilicen para sus propósitos.  Tú puedes pasar de él, pero él no puede pasar de ti y por eso existe la necesidad de neutralizarlo. 

Los primeros responsables de que este tipo de situaciones se den en una oficina son los jefes que los ven actuar y lo permiten, en parte porque les gusta la adulación y el tener a empleados que digan que sí a todo.  Otro rasgo característico de los trepas es que siempre están camino de la Dirección, para venderse, para neutralizar otras ideas, para coger trabajo que si no es lucido delegarán en otros.  Se trata de un ser sociable, dedica gran parte de su tiempo a las relaciones personales ya que su éxito se basa en ellas y no en sus méritos. 

Dado que los principales responsables de que esta conducta prospere son los jefes, que se dejan engañar por alguien que aparentemente está cooperando y que en realidad está boicoteando el trabajo en grupo, el desenmascarar al trepa e impedirle que prospere en su empeño es responsabilidad del resto de compañeros.  Una vez identificado hay que unirse y neutralizarlo.  Nada de dejarle ir a hablar a la dirección en nombre de todos, el reparto de tareas se acuerda en común y se deben realizar reuniones periódicas de los compañeros y con la dirección para hablar los asuntos importantes y comprobar que  no hay un elemento descontrolado intentando obtener beneficios personales del trabajo en común.  ¡Suerte y a por el trepa!

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