THE MIDDLE

  • Print




Me gusta una serie americana, “The middle”.  Y me gusta porque trata de una familia normal como la mía.  Me llama la atención todo lo que podemos llegar a tener en común los padres de dos sociedades tan diferentes como la americana y la española.  Los Heck son una familia con tres hijos, dos de ellos adolescentes.  Me gusta verlos discutir en el coche o ver el agotamiento que arrastra el matrimonio (Frankie y Mike) o comprobar que no sólo a mi me ponen las reuniones familiares los pelos de punta.

Hay otras muchas cosas con las que me siento identificada:  la pereza que da ir a las reuniones de padres, el tener siempre a los críos pidiendo, más bien exigiendo, algo; el querer estar unos minutos sin que nadie te moleste (viendo un partido, hojeando una revista...), el tener siempre alguna avería en casa...  Pero lo que más me gusta es como cala la serie lo que es en definitiva ser hoy en día cabeza de familia: un no acertar nunca hagas lo que hagas, el anteponer siempre el bienestar de los hijos al tuyo propio y eso sin recibir a cambio el mas mínimo agradecimiento, el estar en el trabajo planificando lo que deberías estar haciendo en tu casa o el chocar con la incomprensión de los que te observan y dan consejos pensando que ser padres es una tarea fácil.  

Es verdad que también nuestra generación (la del babyboom del 60) vio como se nos propiciaba una educación y una dedicación que no habían tenido nuestros padres y abuelos, pero creo que a su vez, nosotros, hemos ido un paso más allá. Les hemos dado a nuestros hijos la educación y los cuidados que nos dieron a nosotros y, además, hemos intentado darles comprensión.  Algo que nosotros no tuvimos porque nuestros padres estaban a otro nivel.  

Cuando Sue, la hija, se apunta a una más de las actividades extraescolares, Frankie y Mike, sufren adelantando un posible fracaso.  Le compran el material que necesita con sacrificio, ya que no nadan en la abundancia, y esperan angustiados el fatal desenlace.  Llega un punto en el que esperan que no se apunte a nada para evitar verla fracasar.  Esa empatía con los hijos nos hace sufrir en exceso e inútilmente. 

El querer complacer a los hijos hasta tal punto que llevan años sin comprar la pizza que les gusta o sin poder ver su programa favorito en la tv grande, es una constante en la vida de muchas familias.  Un buen día los Heck se revelan contra semejante tiranía de los hijos, para, tras divertidas peripecias, concluir que si tus hijos son felices tú eres feliz.

La serie se emite en NEOX de lunes a viernes de 18:00 a 19:15.  Ponen tres episodios.  Recomiendo a quien quiera practicar inglés que la vea en versión original porque el lenguaje que utilizan es muy sencillo y todos vocalizan muy claro.  Se la recomendé a mis hijas pero no le ven la gracia, algún día, cuando sean madres se la verán.