VA DE ARQUITECTURA

         

Esta semana va de arquitectura.  Hay que ser moderno, inventar nuevas cosas, innovar y por eso aquello de "mi mesa y mi silla" se ha quedado antiguo.  Ahora los arquitectos diseñan oficinas en las que la ubicación de los trabajadores no es fija.  Cuando llegas por la mañana no sabes donde te vas a sentar.  Si tienes un jefe organizado y dinámico muy bien, pero como tengas un "barullón" ya me contarás. Qué nos parecería si nos dijesen se acabó eso de tu cama, cada noche tienes que dormir en una diferente.  A mi me gusta saber cuando llega la noche dónde voy a dormir, y mi cama es el mejor lugar del mundo. Cuando llego por la mañana a la oficina me gusta sentarme en mi silla porque se ha ido haciendo a la forma de mi cuerpo y eso me hace sentirme cómoda.  Otra cosa es que a veces me apetecería cambiar de trabajo y eso sí que es difícil en España, pero ese es otro cantar.  Si nos preguntamos a quien favorece semejante movimiento de silla, me temo que no sea al trabajador.
 Frank Gehry recibió el encargo de Zuckerberg para diseñar la nueva sede de Facebook, las instrucciones fueron que todos estuviesen en la misma habitación y así construyó una estancia de 100.000 metros cuadrados, algo así como 3.000 oficinas juntas sin tabiques de separación.  Yo de arquitectura no sé nada, pero de habitar oficinas sé un rato y puedo decir que cuatro personas juntas jamás llegan a un acuerdo sobre si abrir o cerrar la ventana y hacia dónde girar la rueda del termostato.  ¿De verdad hay una oficina para 12.000 personas juntas en la que la temperatura y la luz son ideales para todos?    Y no hablemos de oír conversaciones que no te incumben.  Miles de personas juntas hablando entre sí o por teléfono.  Probablemente se refieran a una dimensión diferente a la que yo me encuentro.  Por lo visto los empleadores están concienciados de que el bienestar de los trabajadores es clave para el rendimiento.  No creo que una muchedumbre trabajando codo con codo bajo un mismo techo por mucho que este techo sea vegetal, como el que diseñó para Facebook, Frank Gehry sea una manera de rendir más.
Yo sigo pensando que lo ideal es lo de toda la vida, tener tu propia silla y  mesa, y si puedes tener tu propio despacho mejor, así abres y cierras la ventana cuando te da la gana y pones el termostato según te apetezca, ¡Qué demonios!  Si de verdad se quiere tener a los trabajadores contentos la mejor manera es proporcionarles un entorno amable.  Es lo mismo que si nos dijesen que para que una familia sea más feliz deben dormir todos juntos en la misma habitación. A mi me parece un atraso incluso el que un matrimonio comparta habitación.  Cada persona necesita tener su espacio, encender la luz cuando quiera, ver la TV si le apetece, dormir con la persiana subida (a mi me da claustrofobia bajar la persiana) y que le despierte el sol al amanecer, etc.  Que se lo pregunten a Tim Burton y Helena Bonham Carter, cada uno vive en una mitad de su mansión y son un matrimonio feliz, quizás precisamente por eso.
Y ¿qué historia es esa de que el jefe se siente con los trabajadores?  La Directora de la nueva sede del BBVA afirma que en este edificio se han eliminado los símbolos de jerarquía y estatus.  Que me perdone esta directora pero la única manera de que desapareciesen dichos símbolos sería que todos percibiésemos las ingentes cantidades de dinero que gana ella.  Dice esta directora que se inspiraron en la sede de Bloomberg en Nueva York en la que el propietario estaba sentado en una mesa junto al resto de trabajadores.  Me parece bien que las personas sean normales y cercanas sea cual sea su cuenta corriente o sus conocimientos, pero de ahí a tener que convivir con tu jefe hay un trecho.  Por mucho que queramos cambiar la arquitectura de los lugares de trabajo el jefe siempre será el jefe.  Sabemos que es el que manda, si es un poco listo se deja aconsejar por los que de verdad saben que son los empleados y no dudo de que puedas llegar a desarrollar un cierto aprecio por tu jefe, pero al igual que un adolescente adora a sus padres y prefiere estar a su aire en su habitación, un trabajador está mejor si su jefe no está encima (y esto no lo digo en sentido literal).  

Lo único que aprovecharía de todo esta nueva moda arquitectónica es la idea de trabajar en la naturaleza.  Cuando era estudiante me gustaba estudiar en sitios insólitos:  la playa, una terraza, dentro del coche, etc. Eso me relajaba porque no veía el estudio como una obligación sino como una diversión.  Supongo que con el trabajo se puede hacer algo parecido, que cada uno escoja el espacio que más le guste para poder disfrutar del trabajo.

 

 

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