GIANLUCCA VACHI

  • Print

En la oficina no sólo hablamos del cuadre contable, también hay tiempo para temas importantes.  El millonario de la semana pasada, Gianlucca Vachi nos ha dado grandes momentos, sus bailes nos han divertido y su forma de vida nos da una envidia sana. Pero no sólo eso, ha habido diferencias entre nosotros a la hora de establecer su auténtica edad.  A mi personalmente me parecía imposible que este señor tenga 49 años, a pesar de que está en forma y que se nota que dedica gran parte de su tiempo al cuidado personal, no veo tras esos músculos, esos tatuajes y la barba coquetamente recortada a un hombre joven, si no más bien a un madurito cercano a los sesenta muy bien llevados.  Esta afirmación mía trajo consigo gran polémica.
Para algunos su aspecto avejentado se debe a haber tomado mucho el sol, sin embargo tampoco se puede decir que esté muy arrugado.  Al final para ver si descubríamos su verdadera edad buscamos información en internet, nuestro gran aliado en estas discusiones.  Cuál no sería nuestra sorpresa al encontrar la foto que se ve a continuación de Gianlucca, le llamaremos por su nombre de pila ya que le hemos visto mover su culito y hemos fijado nuestros ojos en sus ingles morenas.
Pues bien, encontramos una foto de Gianlucca en la portada de la revista Hola que fue tomada hace ocho años.  ¡Por Dios Santo! ¿Qué ha hecho este hombre en ocho años para envejecer veinte?  Si antes el millonario despertaba nuestra envidia ahora nos hace pensar.  Se supone que cuando fue tomada esa foto Gianlucca era un hombre de negocios exitoso que enseñaba una de sus mansiones a la revista Hola ¡Qué momentos nos da Hola enseñándonos esos rincones incomparables de las mansiones de los ricos!  En la foto se ve que es aún joven, cosa que ocho años después ha dejado de ser.  Por la ropa que lucía entonces podemos deducir que su vida era bastante aburrida, lo que se hace también evidente por el casoplón en el que vivía, mas propio de una anciana ricachona que de un play boy de 40 años.  Y de la noche a la mañana todo eso cambió.  Gianlucca hizo caso a mi filosofo favorito Lin Yutang que dijo:  Para mí, personalmente, la única función de la filosofía es la de enseñarnos a tomar la vida con más ligereza y alegría que el común hombre de negocios, porque ningún hombre de negocios que no se retire a los cincuenta años, si puede, es a mi juicio un filósofo (…) Solamente cuando los hombres se hayan imbuido de la ligera alegría de este espíritu podrá hacerse del mundo un lugar más pacífico y razonable para vivir.”   Efectivamente nuestro Gianlucca es un filosofo, lo que me temo es que lo que para Lin Yutang era una ligera alegría se convirtió para él en una juerga desmedida.  La excusa de que ha tomado mucho el sol se viene abajo porque en ocho años el sol no produce ese efecto.  Esa transmutación que ha tenido lugar en unos pocos años sólo puede explicarse debido a una ausencia prolongada de sueño debido al exceso de fiesta y todo lo que ello conlleva.  La moderación en la vida es importante hasta para divertirse.  La decisión de abandonar una vida aburrida la aplaudo.  Viendo sus vídeos está claro que se lo está pasando bomba, pero ese aspecto avejentado nos da que pensar si quizás nuestras aburridas vidas en la oficina tengan la ventaja de acercarnos a nuestra edad biológica al no poder quemar todos los cartuchos que nos gustaría en juergas. Es lo que tiene disponer de un tiempo de disfrute restringido a los fines de semana y las vacaciones, así como unos ingresos que no permiten demasiadas fiestas, nosotros nos mantendremos jóvenes mientras que Gianlucca se ira avejentando a toda prisa.  Quien no se consuela es porque no quiere.