DAVID HOCKNEY

                                  A BIGGER SPLASH. 

 David Hockney me cae bien desde hace años.  Allá por el año 1989 leí una entrevista con él y enseguida me cautivó.  A pesar de ser un genio, o eso es lo que dicen los expertos (el mejor pintor vivo), no se daba importancia y contestaba con honestidad a las preguntas.  Existen en mi entorno personas que siendo mucho menos se lo creen mucho más.  A la pregunta de por qué se había ido de su Inglaterra natal a California su contestación fue que no soportaba el cielo permanentemente  gris y lluvioso. 
Cuando llegó a Los Ángeles, el cielo azul y una media de 24º al año le convencieron de que aquel era su lugar.  Para mí, decía, el desayunar todos los días del año en  una terraza mirando el azul de la piscina es un sueño cumplido.  Por muy genio de la pintura que seas, al final, las cosas importantes de la vida se reducen a desayunar al borde de una piscina con el sol calentando tu piel.

Este fin de semana vuelven a entrevistarlo en El País.  Recién cumplidos los 79 años sigue con los pies en la tierra.  Fuma diez cigarrillos al día porque aunque sabe que el tabaco mata como él dice “la vida en sí mata”.  Con 79 años dice que se puede morir tranquilo.  Eso está bien, poder decir que has vivido y que sigues viviendo y disfrutando, reconociendo al mismo tiempo que la vida es limitada.  En nuestra sociedad actual hay una obsesión por cuidarse para vivir mucho que roza lo absurdo.  ¿De qué sirve vivir 90 años encerrado en una burbuja sin poder disfrutar?  No digo que todos tengamos que fumar como chimeneas, habrá a quien le guste comer pasteles o dormir 12 horas o beber vino con la comida o tomarse todos los días un huevo para desayunar.  Lo importante es vivir y disfrutar.  Los medios de comunicación nos bombardean continuamente con que si el azúcar es veneno,  no se debe dormir mucho, no es bueno tomar grasas, el sol es malo, no se debe dormir poco...  La lista de lo que no se debe hacer es interminable, claro está que cada uno es libre de hacer o no caso.  El propio Hockney nos da la pista (para eso es un genio) de qué es lo que quieren hacer con nosotros:  dirigirnos en masa, y cada vez les resulta más difícil porque somos una sociedad sumamente individualista.  Tiene toda la razón, por eso cada día aparecen nuevas formas de identificarse con los iguales que, de paso, siempre resultan restrictivas.  Y lo mejor de todo es que no sólo los que tienen riesgo de enfermar asumen estas restricciones, existen otros muchos que se apuntan porque sí.  No hace mucho eran los celíacos los que no podían tomar gluten, y como si de una moda se tratase hay un montón de gente que no son celíacos y que han dejado de tomar gluten. Supongo que la ilusión es que si adoptamos todas las prohibiciones: no fumar, no beber, no comer grasas, no tomar azúcar, no tomar gluten.. viviremos más tiempo, lo que resulta ser un engaño.  Para darse cuenta de la manipulación hace falta pensar y valorar, ¿de verdad merece la pena tanta privación?¿Nos lo dicen por nuestro bien?  Si por ejemplo pensamos en el tabaco, es cierto que fumar es tóxico, pero también es tóxico el aire que respiramos por la contaminación y yo no he visto todavía un cartel a la entrada de las fábricas que contaminan donde ponga “Esta fábrica le está matando”.  

Additional information