QUIERO SER ANCIANA

                                           

Resulta chocante ver a France McDormand recoger el Globo de Oro (GRAN ACTRIZ) con la cara lavada, sin un peinado de peluquería y con ropa de andar por la calle. En los medios ya nadie aparece así por muy grande que sea su belleza.  El problema es que llega un momento en que, de tanto ver a personas artificiales, te preguntas qué demonios te ha pasado a ti, cómo puede ser que se te caigan las carnes, te ralee el pelo, se te arrugue el entrecejo... Lo normal se hace raro y lo anómalo, que es tener un rostro sin arrugas a los 70 años, parece común a todos los mortales.

                            

Echemos un vistazo a los rostros de Isabel Allende (75 años) o Carolina Herrera (79 años). Viéndolas podríamos creer que una maldición ha caído sobre nosotras, que con veinte años menos aparentamos tener treinta años más. En las películas americanas las madres aparentan ser tan jóvenes como sus hijas y las actrices se levantan de la cama perfectamente maquilladas y peinadas. Hace poco estaba viendo una serie que os recomiendo, "The Sinner", su protagonista la modelo Jessica Biel resulta más creíble en su papel porque aparece con el pelo sucio, y es que si acabas de entrar en la cárcel acusada de asesinato no creo que estés pensando en ir a la peluquería. Un actor puede aparecer viejo o desaliñado, pero las actrices han de lucir maravillosas en todo momento. No me extraña que alguna se plante.  Frances McDormand dejó de dar entrevistas hace diez años. Supongo que se percató de que a nadie le interesaban sus reivindicaciones por su derecho a envejecer dignamente. Hoy en día todos queremos ser jóvenes. “Aun soy joven” reivindica una abuela de ochenta años. Y yo me pregunto si esa abuela es joven, ¿qué son entonces mis hijas adolescentes?
A Frances McDormand le gusta denominar a sus arrugas el mapa de carreteras en su cara. Todos tenemos un mapa de carreteras que indica lo que somos y lo que hemos hecho en la vida. Si tuviese que escoger un mapa para mí querría uno con muchos caminos recorridos. Tener con los años el rostro liso de un adolescente solo puede servir para mirarte al espejo y preguntarte: ¿qué he hecho yo en la vida? Ser anciano es ser sabio y todos deberíamos reivindicar la vejez como algo digno de mostrar y no como algo que hay que esconder.
Por último dejo esta foto de Sharon Stone en la que se puede admirar lo que es una mujer bella y real de 59 años.

                                 

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