EL PRINCIPIO DE PETER

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Hay una frase hecha que dice: “Todo está inventado” y resulta que así es. En 1960 el catedrático de Ciencias de la Educación Laurence J. Peter enunció un principio según el cual: "En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia".

Según este principio en una organización aquellos que ascienden lo hacen hasta un puesto que no son competentes para desarrollar. A parte de este descubrimiento genial, este pedagogo hizo otras deducciones acertadas, por ejemplo, que si los centros de trabajo siguen funcionando es porque el trabajo es realizado por aquellos empleados que, afortunadamente, no han alcanzado aún su nivel de incompetencia.

Existen algunos indicios que te pueden ayudar a saber si el principio de Peter está teniendo lugar en tu organización, basta con que observes atentamente:

- A un empleado se le asciende a un puesto que antes no existía y nadie conoce realmente lo que hace en su nuevo puesto.

- Los empleados no resuelven los problemas que se plantean, sino que siguen aplicando las mismas normas y procedimientos de un modo estricto una y otra vez. Esto tiene lugar porque su superior ya está en su nivel de incompetencia y es incapaz de valorar el trabajo útil realizado.

- Un empleado que está ya instalado en su nivel de incompetencia recibe muchas llamadas, está en comunicación permanente con colegas y subordinados, pero realmente no está haciendo nada productivo.

- Otra señal inequívoca es el acumular muchos papeles sobre la mesa y el tiempo que dedica a ordenar dichos papeles.

- Si un mando intermedio delega las decisiones en los subordinados o las traslada a sus superiores.

- Si se establecen directrices incongruentes para despistar a los subordinados y a su vez la misma persona acata las ordenes a rajatabla de sus superiores, importándole un bledo si tienen o no que ver con la correcta realización del trabajo.

- Se incrementa el personal que asiste al nuevo jefe, medida inevitable para hacer frente a la incompetencia de un superior jerárquico.

- El que ha ascendido ¿es aquel que obedece siempre?¿es alguien que nunca decide por si mismo?

 He aquí algunas pistas que os llevarán a deducir si vuestro superior ha llegado ya a su nivel de incompetencia. Si no es así, no bajéis la guardia, un empleado no se suele contentar con estar en su nivel de competencia, hará lo que esté en su mano para seguir ascendiendo en la jerarquía y llegar así a su nivel de incompetencia.  No hay que olvidarse que una persona que en algún momento fue competente en su puesto puede ascender a otro puesto en el que resulte competente también, pero tarde o temprano llegará a ese nivel en el que resultará totalmente incompetente. 

Así es, la incompetencia nos rodea allá donde vamos. Lawrence J. Peter encontró hace más de 50 años el motivo, las organizaciones se rigen por el principio que lleva su nombre para aupar a sus empleados hasta la incompetencia. ¿Alguna vez han visto a alguien que descienda? Eso no suele ocurrir, a pesar de que uno mismo reconozca su incapacidad para desarrollar un trabajo, el dinero y el estatus pesan demasiado como para renunciar. Es cierto que el mantenerse ahí arriba puede llegar a amargarte. Los que antes eran tus compañeros del alma murmuran ahora sobre ti ya que recelan. La única solución es seguir escalando y hacerte cada vez más incompetente, para ello ya no queda otra opción que utilizar tu propia necedad que te ha sido tan útil, seguir obedeciendo a toda costa y mimetizarte con la organización que te aupará de nuevo gracias a esa misma necedad. 

Y sobre todo hay que tener presente que el que se encarga de decidir quién asciende está ya en su nivel de incompetencia y, por lo tanto, el criterio utilizado es que la jerarquía se siga manteniendo, vamos, lo que viene siendo “cumplir el tramite”. Entra aquí en juego otro personaje, el supercompetente, el que sabe hacer de todo y bien, este es una autentico peligro para la jerarquía. El incompetente no es peligroso, siempre va a mirar por la jerarquía que lo aupó, sin embargo el supercompetente puede que en su afán por hacer bien las cosas mire por el servicio y no por la estructura, lo que resulta sumamente peligroso.
En definitiva y dado que el principio de Peter se da en todas las organizaciones, si usted quiere ascender olvídese de hacer bien las cosas, haga solamente lo que sus superiores esperan de usted y así conseguirá ese anhelado ascenso. ¡Buena suerte!