AVARICIA Y ESTUPIDEZ

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Estos días se ha estrenado en la TV la serie “Fargo” basada en la película de los hermanos Coen del mismo nombre. La trama de “Fargo” nos muestra cuan grande puede llegar a ser la avaricia y la estupidez humanas. Al inicio de la película un cartel nos informa de que esta basada en hechos reales, es mentira pero es verdad. Es mentira porque lo que relata no sucedió en realidad, pero es verdad porque a diario somos testigos de como avaricia, ambición y estupidez se unen en un mismo individuo.

Cuando se supo en España de los casos de corrupción más sonados, de los que todavía tenemos noticias de vez en cuando, porque los juicios se eternizan, nos reíamos a diario con las conversaciones que salían a la luz entre sus protagonistas. Estos diálogos eran de una estupidez tal que casi resultaban increíbles. Todavía resultaban más increíbles si asumíamos que los que hablaban tenían puestos de relevancia en Bancos, Instituciones Públicas, Partidos Políticos... no habría estado de más que, como los Coen en su película, nos advirtiesen en los Medios de Comunicación que sus protagonistas son seres reales, porque uno no se acaba de creer que ciertos individuos existan de verdad. Sí que existen, y su avaricia y ambición les lleva a ascender en el escalafón social gracias al dinero que obtienen sin que la estupidez que los caracteriza sea un impedimento para ello y esto es lo preocupante, porque oyéndolos hablar queda de manifiesto su cerebro de mosquito, sin embargo dirigen instituciones, gestionan dinero y recursos públicos y organizan el trabajo de mucha gente que sin duda goza de mayor sentido común e inteligencia (lo cual dicho sea de paso tampoco resulta tan difícil). En la América de los Coen o en nuestra España, la estupidez dirige a los avariciosos mientras los demás somos testigos imperturbables que les dejamos hacer mientras observamos boquiabiertos los cadáveres que como en “Fargo” van sembrando a su paso.