MALA GESTIÓN QUE MATA

                                                              

Esta semana en Asturias ha sucedido algo insólito. Cuarenta y ocho horas antes del comienzo de una oposición para médicos de consulta de centros de salud el Consejero de Sanidad anuncia que casi la mitad de las plazas no son de centro de salud, sino de médicos de guardia o del servicio de atención continuada (SAC). Resulta llamativo el cambio, y da a entrever algo turbio detrás.
Desde la transferencia de competencias del antiguo INSALUD a las comunidades autónomas se ha vivido un deterioro en la gestión de los servicios de salud fuera de lo normal. Una de las ventajas de una gestión centralizada de la salud era que los intereses de políticos no demasiado honrados se alejaba de hospitales y centros de salud que se dedicaban a lo que realmente deben hacer, curar al enfermo. Con la descentralización, en cada región, e incluso dentro de cada hospital, los políticos se han instalado a sus anchas. Una vez allí gestionan los recursos haciendo favores a amigos y perjudicando a toda la población necesitada de asistencia, no hay que olvidar que la salud nos preocupa a todos y supone una buena partida de los presupuestos.

No crean que exagero. Otra noticia saltó esta semana y es que la supervivencia al cáncer en países como Corea del Sur, Japón o Estados Unidos (recuerden que en este país ni siquiera hay una auténtica sanidad pública) es hasta un 180% mayor que en España. Consultado al respecto el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Clínica, Josep Tabernero, apunta a factores políticos. El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Miguel Martín concreta aún más e indica que tenemos un sistema público de salud que es aberrante porque “son 17 sistemas que es como tener 17 países”.
En general tenemos un buen sistema de salud que se salva por los profesionales que trabajan en él, pero la gestión que se hace de recursos materiales y humanos es muy deficiente, lo que conlleva un despilfarro de dinero monumental.
Volviendo sobre la noticia con la que empezaba, ¿cuántos amigos picarían a la puerta del Consejero de Salud asturiano para que no saliese su plaza a oposición?¿cuántos afines al partido político en el poder no han querido estudiar para el examen y han tenido que pedir un favor? Estos favores se tienen que acabar y somos todos los españoles los que tenemos que denunciar y luchar contra esta clase política que gestiona nuestros recursos según sus intereses personales.

Additional information