YA ESTÁ AQUÍ LA EBAU (PAU O SELECTIVIDAD)



Ya estamos un año más a vueltas con la ebau, pau o selectividad o como quiera que llamen a la prueba de acceso a la Universidad, otra de las muchas demencias con las que nos topamos hoy en día en España. Nos ha tocado vivir un siglo en el que se ha avanzado muchísimo en el conocimiento de las inteligencias múltiples, los mecanismos de la didáctica, la influencia de los factores socioeconómicos en el aprendizaje... y mi percepción es que en nuestro país la enseñanza ha experimentado un deterioro espectacular. Empezando por la labor ejercida por los docentes y terminando con la prueba de la que hablaba al principio, todo parece estar orquestado para boicotear el bienestar de nuestros jóvenes y su futuro. Sé que no se puede generalizar, pero cuando observas una determinada situación y otros te reafirman que también la han experimentado, no puedes por menos que pensar que dicha anomalía sucede más de lo que debiera. Me refiero al hecho de que haya profesores que no dan clase, en lugar de ello se dedican a contar su vida a los alumnos, algo así como un psicoanálisis en el aula. Es un fenómeno que me resultaba desconocido hasta hace poco porque nunca lo había vivido en mi etapa como estudiante. Reconozco que impartir una clase hoy es más difícil que antaño debido a la falta de disciplina, claro que el concepto de disciplina ya me resulta ligeramente caduco. Motivar a los jóvenes resulta complicado y por eso las opciones desde el punto de vista del profesor son dos: “consigo que se interesen en lo que estoy tratando en clase o hago que se callen y me escuchen”. La primera opción requiere un grado de implicación en la tarea educativa que no tienen todos los que se dedican a la enseñanza. La segunda opción resulta hoy en día mucho más compleja de conseguir; las generaciones anteriores de jóvenes vivíamos encorsetados en un entorno disciplinado; la familia, el colegio, el catecismo, las actividades deportivas, la calle... no tenían nada de lúdico, estaban gobernados por estrictas normas de comportamiento que no te daban margen para pensar: “¿Yo por qué hago esto o aquello?”. Nuestros jóvenes disfrutan de un mayor grado de libertad; en la familia todo son mimos; el colegio no es, por lo general, un lugar atemorizante; al catecismo no se va a memorizar oraciones (hay quien se apunta a Confirmación para seguir de juerga); en las actividades deportivas se les da a todos un premio para que no haya frustración y la calle es un continuo botellón. Todo esto lo veo, hasta cierto punto, como algo positivo; pero he aquí que los docentes no han sabido evolucionar con la sociedad y existe un choque generacional enorme. Supongo que en todas las épocas ha habido este choque, lo que ocurre es que nosotros vivíamos dentro de una disciplina al igual que nuestros padres, un poco menor en nuestro caso, pero la sociedad actual ha cambiado a un ritmo vertiginoso. Volviendo al tema de los educadores, estos no saben qué hacer en el aula, es la única explicación que se me ocurre para entender por qué niños y niñas conocen al dedillo la vida y milagros de sus docentes. Hasta aquí intento explicar un fenómeno que es más común de lo deseable, el problema es que hasta primero de bachiller nadie parece afectado por esta desidia, los alumnos no tienen apenas conocimientos, sacan buenas notas y todos felices. La esquizofrenia del tema llega en segundo de bachiller, de repente aprender toda la materia habida y por haber resulta crucial para poder sacar una nota que les permita acceder a los estudios deseados. Los alumnos ante este cambio de rumbo se ven desbordados, con un estrés que no tiene ni el presidente de un banco, los profesores presionan y presionan y todo les parece poco... bueno, no todos, a tu hijo le puede tocar en desgracia de esos que cuentan su vida en clase en vez de dar la materia, y lo que hasta aquí resultaba algo sin importancia puede ser la causa de que el adolescente no pueda cursar la carrera que desea y sea un frustrado el resto de su vida. Pero tranquilos, el Gobierno Español se ha percatado de la injusticia del sistema educativo en lo que a la prueba de acceso a la Universidad se refiere y van a crear un grupo de expertos que elabore un documento, lo que se puede traducir como sigue: “no tenemos ni idea de lo que hay que hacer, vamos a pagar un pasta gansa a unos amiguetes para que escriban unas cuantas ocurrencias que nunca se llevarán a cabo, porque el dinero se nos va por la alcantarilla en corrupciones varias y en pagar a expertos en el tema”.
Esta es la realidad de la educación en España. A la par que los factores socio-económicos se han desplomado debido a la corrupción y a políticas poco acertadas, el mercado laboral ha ido empeorando y el sistema educativo se ha quedado obsoleto, nuestro país se ha convertido en una máquina de jóvenes estresados y adultos frustrados. Esto no ha sido algo que haya ocurrido de repente, se lleva gestando ya en España desde hace por lo menos treinta años. El año que viene por estas fechas volveremos a oír hablar de la ebau, pau o selectividad, y como no utilizamos la memoria a largo plazo nos llamará la atención por unos minutos el estado lamentable del sistema educativo, nos lamentaremos de lo nefastos que son nuestros dirigentes y seguiremos enterrados en los mismos problemas año tras año sin salir del pozo negro que es España en la actualidad.

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