TOMEMOS EJEMPLO

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En España tenemos un problema importante con la corrupción. Es un hecho que tenemos a muchos corruptos circulando. Basta escuchar las noticias de un día cualquiera para que un nuevo caso sea eso, un nuevo caso. La corrupción ya nos deja indiferentes, de tanto oír hablar de ella es como el cuento de “Pedro y el Lobo”, que viene el lobo, que viene el lobo… y ya no hacemos caso. La corrupción está en nuestros genes y la sociedad se ha ido adaptando a ella. Ya no distinguimos entre el que es listo y el que es astuto para saltarse la legalidad. Entre nosotros hablamos de fulanito que es tan listo que no paga impuestos con su empresa, sin pararnos a pensar que lo que hace es delinquir.
La cuestión de nuestra genética corrupta y una sociedad domesticada para no tener que molestarse en educar dicha genética se hace mas evidente cuando vemos cómo reaccionan en otros países ante casos de corrupción. Estos días salió a la luz un caso que me llamó poderosamente la atención. Aquellos que veían la exitosa serie de “Mujeres desesperadas” recordarán a Felicity Huffman, que hacía del personaje de Lynette. Pues bien, esta actriz tendrá que pasar 14 días en prisión, pagar una multa de 30.000 dolares (más de 27.000 euros) y realizar 250 horas de servicio a la comunidad. Este castigo le será impuesto por haber pagado 15.000 dolares para que variasen el resultado de un examen que hizo su hija y que de este modo entrase en la Universidad deseada. Al leer esto se me pusieron lo ojos como platos. Para una española como yo que cada mañana cuando pone la radio camino del trabajo oye como esta ministra falseó su curriculum, este candidato a presidente obtuvo fraudulentamente el título de graduado, el otro ministro tiene una sociedad para no pagar impuestos por un chalet, etc. el castigo impuesto a la actriz me parece durísimo, claro que es bajo la perspectiva de, como digo, una española. Seguramente las cosas tienen que ser así, pero aquí no son ni mucho menos así. Por un lado la actitud de la inculpada me parece de un planeta en el que no habito. La actriz durante el juicio se arrepintió repetidamente de sus acciones y dijo merecer “cualquier” castigo que le impusiesen. Evidentemente es una persona que hizo algo mal, que sabía que estaba mal y que una vez que la pillan lo asume. Nada que ver con la actitud del español pillado in fraganti en un acto delictivo, véase si no el caso del yerno del que fue Rey de España, cogido con las manos en la masa, su respuesta fue que todos a su alrededor hacían lo mismo. Quiero señalar que la actriz durante el juicio pidió perdón a todos los padres y alumnos afectados por sus acciones. ¿He dicho perdón? En nuestra querida España nadie pide perdón, ni dimite, ni reconoce sus delitos como tales, como dijo Urdangarín lo hacen todos, por qué van a disculparse. Y ahí siguen en sus puestos de ministro, de candidato a presidente, presidente de comunidad autónoma… Por último comentar que una vez que cumpla su pena, la actriz continuará en libertad vigilada durante un año. Sí, sí, ríanse ustedes, así son las cosas en otros países.

Para quien le interese aquí tiene un artículo publicado sobre los políticos que mintieron sobre sus estudios: La larga lista de políticos que falsificó sus estudios