Otra vez el cambio de hora


En los días posteriores al cambio de hora de verano andamos agotados, con sueño e irritables.  El cambio de hora para ahorrar energía es por acuerdo internacional, lo que mucha gente no sabe es que para los españoles este cambio de hora supone vivir 2 horas por delante de la hora solar.  Esto se debe a que no estamos en el huso horario que nos corresponde.  Los husos horarios se establecieron en 1884, con la Conferencia Internacional del Primer Meridiano, realizada en Washington, Estados Unidos. Se decidió adoptar el criterio de dividir el planeta en 24 bandas verticales, partiendo de un “meridiano cero” (se decidió que este se situaría en Inglaterra, dado que era la nación más poderosa de la época).

Tomándolo como punto de origen, se agregó una hora en cada franja del oeste hacia el este, y en la dirección contraria se restó una hora.  A España según este criterio le correspondía la misma hora que a Inglaterra, dado que el meridiano cero o meridiano de Greenwich pasaba precisamente por nuestro país (Castellón).


                           

El desfase horario que sufrimos se debe a que un gobernante, Francisco Franco, decidió por razones políticas que mejor estábamos en sintonía con Alemania, y nos impuso el horario de los territorios ocupados, es decir, una hora más de la que nos corresponde.

Las consecuencias de este desfase horario afectan, principalmente a nuestra salud:

- Los biorritmos de las personas se rigen por el Sol, y si la hora a la que se despiertan, comen o se acuestan no es la solar, el equilibrio del organismo se ve perjudicado.
 
- Las costumbres alimentarias en España se rigen por el Sol (comemos entre la una y las dos solares y cenamos entre las ocho y las nueve), y no coinciden con los relojes oficiales que parecen empeñarse en ir a lo suyo.

- Entramos a trabajar cuando nuestro reloj marca las 8 de la mañana, y en realidad son las 7 por el sol.  Deberíamos entrar cuando el reloj marca las 9, que sí se corresponderían con las 8 por el sol.  Lo que hacemos es alargar en exceso la mañana.  Ese es el motivo de que en el trabajo haya que realizar una pausa a media mañana.  Todo ello influye en una menor productividad.

- La cosa empeora con el horario de verano.  Por convención se adelantan los relojes para aprovechar más la luz diurna.  A partir de ese momento, en España vamos dos horas por delante del sol.

En el siguiente cuadro vemos como afecta a nuestros hábitos estos desfases horarios con respecto al horario que nos corresponde según nuestra posición geográfica:

RUTINA Greenwich Reloj Oficial Horario de Verano
Levantarse 6 h. 7 h. 8 h.
Entrar al trabajo 7 h. 8 h. 9 h.
Pausa 9 h. 10 h. 11 h.
Almuerzo 13 h. 14 h. 15 h.
Salir del trabajo 16:30 h 17:30 h. 18:30 h
Cena 20 h. 21 h. 22 h.
Ir a dormir 22 h. 23 h. 24 h.

 

La solución es fácil, automática e inmediata, y además, no generaría ningún coste económico.  Sería tan sencillo como no adelantar los relojes con la llegada de la próxima primavera y cuando llegase el otoño retrasaríamos la hora como todos los países de nuestro entorno, volviendo así al huso horario que geográficamente nos corresponde.  Esta medida ha sido reivindicada sin éxito desde La Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles, así como desde el Centro Internacional de Trabajo y Familia, entre otros.  Y lo que me hace ser más pesimista sobre que se solvente, es el hecho de que desde 1942 no ha habido ni un solo Gobierno que haya puesto remedio al desfase.  ¿Habrá que esperar un siglo para solucionar este problema que nos afecta, y mucho, a todos los españoles?

De modo que la próxima vez que suene el despertador y oigas en la radio:  “Una hora menos en Canarias”, piensa:  “Yo debería estar todavía durmiendo” y pregúntate: “¿Cómo me está afectando este desfase horario?”.




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